Las mejoras introducidas en la estación de tratamiento de agua potable de Ponte Berrón y en el depósito de Monte Neme no han servido hasta el momento para controlar el episodio de contaminación por trihalometanos que desde el pasado 13 de agosto afecta al propio depósito de agua de Monte Neme y al de Nariga, por lo que el Concello de Malpica sigue suministrando desde entonces agua embotellada a los vecinos de las parroquias de Cambre, Leiloio, Mens y Barizo.

Esta situación afecta a alrededor del 20% de la población, toda vez que en el depósito principal de Pedra Queimada la normalidad se restableció en menos de quince días y en el de As Papeiras en tres semanas.

El gobierno municipal sigue trabajando para rebajar los parámetros de contaminación y está a la espera de que los técnicos de la empresa que se encarga de controlar la calidad del agua en el municipio terminen el exhaustivo estudio que están llevando a cabo sobre las nuevas alternativas existentes.

Alternativas

En el caso del depósito de Nariga, a donde el agua se bombea directamente desde la potabilizadora de Ponte Berrón, los problemas parecen radicar en sus grandes dimensiones y el poco consumo, lo que hace que el agua no se renueve con frencuencia. 

Una posible solución, según explica el alcalde, Eduardo Parga, podría ser la de dividir el recipiente en varios compartimentos, que se irían utilizando en mayor o menor número en función de la evolución del consumo, evitando de esta forma un almacenamiento excesivo. Si finalmente esta es la opción recomendada por los técnicos, a fin de no interrumpir el suministro habrá que apostar por alquilar o comprar depósitos de fibra de vidrio, que se colocarían en el exterior mientras duren las obras de compartimentación. 

Por lo que respecta al depósito que abastece a los vecinos de Cambre y Leiloio, hasta ahora los cambios introducidos en el sistema de cloración no han dado el resultado esperado.  Los esfuerzos de los técnicos se centran en tratar de comprobar si la situación se corrige con un mejor calibrado de la cantidad de cloro o si hay que seguir apostando por introducir más mejoras en el depósito.

Críticas de Vox

A la crisis del agua se refirió este lunes el coordinador de VOX Malpica, Javier Ferreiro, al calificar de “inadmisible” y “un despropósito” que el Concello haya cobrado este mes el agua a los vecinos “a pesar de que cuatro parroquias enteras siguen sin poder consumirla desde hace cinco semanas”.

Ferreiro considera que las medidas provisionales adoptadas por el gobierno local son insuficientes y afirma que “se están produciendo retrasos en el reparto de agua embotellada y no existe un sistema de información efectivo para comunicar a los vecinos los cambios en el suministro de agua potable”. La situación, añade, afectaría de forma especial a las personas mayores. Por todo ello acusa al gobierno de “falta de capacidad”.

Para el alcalde, Eduardo Parga, la petición de VOX de no cobrar el agua o aplicar descuentos es “un brindis al sol”.