Los obras que se están acometiendo en el entorno del balneario de Carballo van mucho más allá de instalar o renovar los servicios urbanísticos, de mejorar la accesibilidad o de poner en valor uno de los elementos más emblemáticos del municipio. Además de para todo eso, servirán también para rescatar una parte fundamental de la historia carballesa recuperando las trazas de las antiguas termas romanas.
El proyecto redactado por el arquitecto Seixo Vázquez Fiz persigue también ese último objetivo. De este modo, en el tramo norte de la calle Baños Vellos se instalará una fuente que formará parte de la estrategia de recuperación de la memoria del termalismo, y, por lo tanto, del agua. 

Además de la fuente, el conjunto, que pretende crear un ámbito de estancia en un espacio destacado y soleado, incluirá un canal abierto elevado que discurrirá en dirección sur, una alberca ya en la confluencia entre Baños Vellos y Ourense y una pieza escultórica asociada. 

De la creación de la pieza se encargó el artesano carballés Manolo Eirín, que recreó en cerámica el plano de las ruinas del balneario romano realizado por el arquitecto compostelano Miguel Ferro Caaveiro durante la excavación del año 1777, y que fue recogido por Gregorio Casado González y Rosa María Franco Maside, de la Universidad de Santiago, en su investigación “O balneario romano de Carballo segundo as fontes do Arquivo do Reino de Galicia”. 

El alcalde, Evencio Ferrero y la concejala de Planificación e Estratexia Urbana, Milagros Lantes, se acercaron hasta el estudio de Manolo Eirín para ver el plano, ya finalizado, que supone, además de una pieza histórica de gran interés, una obra de arte. Después de examinarla se desplazaron hasta el lugar donde se va a colocar. 

El proyecto que se está materializando en la zona de los Baños Vellos está supervisado por técnicos de Patrimonio Cultural, por localizarse precisamente en el ámbito de protección de las termas romanas de Carballo, definido en el PXOM. l