¿Y si resulta que el Racing lo logra?

Esta noche miles de racinguistas -ferrolanos y foráneos- se irán a la cama colgados de un sueño que se lleva temperando quince años. Les va a costar cerrar los ojos. La ciudad vive en la delicada frontera entre la ilusión y la ansiedad. Nadie es ajeno. El Concello ha decidido normalizar lo que es natural: la gente quiere celebrar, quiere vivir el ascenso en la calle, ya que la mayoría de los que quisieran estar en A Malata no van a poder. El club salta con red. En el peor de los casos, queda la promoción como vía lenta de llegar a Segunda. Pero ¿alguien piensa en eso? Vivámoslo con intensidad y sentidiño.