El poder en política, es poder. Aquellos cargos públicos que alcanzan la gestión de un concello, diputación, organismos autonómicos o nacionales, con el tiempo, manejan los hilos para poder eternenizarse en el cargo. Ni más ni menos. Incluso, con el paso del tiempo, algunos hasta se vuelven soberbios. No hay que mirar muy lejos, pero poco se parecen a estas alturas que estamos muy cerca de elecciones locales, nacionales y autonómicas, algunos personajes a los primeros pasos que dieron como dirigentes. Ya en el plano nacional solo hay que fijarse en Pedro Sánchez, el divide que vencerás, es uno de sus fuertes. Seguir en el cargo es su gran objetivo y cueste lo que cueste, no importa los compañeros de viaje o que se gasten verdaderas fortunas en políticas de imagen para comprar la opinión publica, eso no importa. Faltaría más, lo que vale es continuar en el cargo a cualquier precio. Y así nos va, los pobres mortales viendo como se siguen pisoteando valores, no solo individuales si no de los propios partidos en favor de la ambición individual y de la soberbia.