Acostumbramos a fachendear de ser refugio climático. Mientras el resto de España se cuece, nosotros solemos estar más fresquitos en este pequeño rincón al abrigo del Atlántico. Pero este año, pese a no tener picos exagerados, nos ‘cocemos’ un poco más de lo habitual. Tanto que con 21 grados de temperatura media estamos a punto de batir el verano más cálido desde que hay registros.