la Comisión Europea adoptó este viernes nuevas reglas para reducir la presencia de arsénico en los alimentos como medida para combatir el cáncer. La medida reducirá en particular la concentración permitida de arsénico inorgánico en el arroz blanco, mientras que también establece nuevos límites para el arsénico en muchos alimentos cotidianos a base de arroz, fórmulas infantiles, alimentos para bebés, jugos de frutas y sal. Los niveles máximos existentes para el arsénico en los productos alimenticios se establecieron en 2015. El arsénico está presente en bajas concentraciones en las rocas, el suelo y las aguas subterráneas naturales, siendo los alimentos y el agua potable las principales vías de exposición humana. Las emisiones industriales, como la minería y la quema de combustibles fósiles, pueden contribuir a niveles más altos de arsénico en el medio ambiente, así como el uso de fertilizantes, conservantes de la madera, insecticidas o herbicidas que contienen el contaminante.