La lógica que se aplica a cualquier consulta vecinal, esa que dice que preguntar directamente a los ciudadanos es la mejor forma de conocer sus necesidades, debería ser válida para los niños, que, muchas veces, tienen una visión bastante más clara que los adultos sobre los asuntos que les afectan. Igual el Consejo Social de la Infancia podría servir de guía. Ya que lo tenemos ahí...