Parecía imposible que sucediese, pero más de uno está echando de menos las mascarillas. Porque, pese a todo, durante el tiempo que las llevamos ni un catarro tuvimos. Y puestos a elegir, no vernos las caras en unas semanas no es precio tan alto si evitamos la gripe de esta temporada, que parece que se ha propuesto llenar los hospitales y no dejar una familia libre de virus.