Quien no lo conociese por su carrera deportiva descubrió a Pepe Reina en las celebraciones del Mundial de Sudáfrica como un auténtico artista del micrófono. En la época de esplendor de las tómbolas, en las barracas se lo habrían rifado. Ahora cuelga los guantes y el mundo del fútbol pierde un portero, pero el mundo del espectáculo gana un speaker. Las narraciones de los partidos estilo Reina serían algo digno de escuchar.