El Ejército ruso destruyó en la mañana de hoy una refinería en la región de Odesa que presuntamente abastecía las tropas ucranianas en Mikolaiv, según informó el Ministerio de Defensa de Rusia en su parte matutino.
Un silencio sepulcral inunda la que fue la ciudad que no dormía y su centro se blinda para preservar la llamada perla del mar Negro. La portuaria Odesa vive sus momentos más tensos a la espera de lo peor: la llegada de las tropas rusas a esta urbe situada en el suroeste de Ucrania.