Florinda Ferreiro, nueva centenaria de Zas, rebosante de salud

Florinda Ferreiro, nueva centenaria de Zas, rebosante de salud
Florinda Ferreiro, en el centro, rodeada de su familia I Marema

El municipio de Zas cuenta con una nueva centenaria. Se trata de Florinda Ferreiro Fariña, vecina de Carreira que este miércoles pasó a formar parte de tan selecto club, conformado por media docena de personas, cuatro de las cuales alcanzaron este año el siglo de vida.


En el caso de la edad, más  importante que cumplir muchos años es poder hacerlo disfrutando de buena salud, y ese es precisamente el caso de Florinda Ferreiro, que ayer celebró por todo lo alto su aniversario compartiendo mesa en la parrillada A Hermida de Cabana con miembros de sus cuatro generaciones de descendientes, entre los que ya figuran tres tataranietos y una más que viene en camino. A la fiesta también quiso sumarse el alcalde de Zas, Manuel Muíño, que acudió a felicitarla al restaurante y la sorprendió con la tradicional tarta de aniversario y las velas.


Quizás el secreto de la longevidad y de la buena salud de la que disfruta Florinda se explique por lo mucho y duro que trabajó durante toda su vida, según explica su hija Carmen Riveiro Ferreiro, la presidenta de la Asociación Amigos do Liño que, junto a sus hermanos Manolo y Enrique, estuvieron ayer arropando en todo momento a su madre sin poder disimular lo orgullosos que se sienten de ella.

 

Ejemplo de mujer del rural


Y es que Florinda nació en una familia de humildes “caseteiros” de Carreira y desde joven tuvo que ganarse el jornal trabajando en las casas de aquellos vecinos que sí tenían tierras. 
Como la inmensa mayoría de las mujeres del rural de su época, realizó todo tipo de faenas, incluidas las más duras, como podía ser labrar la tierra con el arado de hierro. 


Una vez casada, tuvo que compaginar el criado de los hijos y la labores de casa con ayudar a su marido, con el que se iba al monte a cortar madera y luego, mientras él la transportaba al aserradero de su propiedad, ella bajaba a todo tren para hacer la comida para la familia y los trabajadores del aserradero.
A pesar de tanta abnegación y sacrificio, a sus 100 años el único problema físico que arrastra es un desgaste de cadera que le obliga a utilizar bastón. Por lo demás, se vale por si misma para todo y no solo eso, sino que sigue cocinando. Sin ir más lejos, en la víspera de su aniversario sorprendió a la familia con unas “chulas". 

Zas
Florinda Ferreiro, nueva centenaria de Zas, rebosante de salud

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