El liño se ha utilizado desde siempre en todas las sociedades, sigue usándose en la actualidad y le espera un futuro prometedor siempre que se apueste claramente por él. Así se desprendía de la jornada “Presente e futuro do liño”, que este sábado se celebró en las Torres do Allo (Zas), con ponentes de la Universidade de A Coruña (UDC). El profesor e investigador Manuel Escourido Calvo, habló sobre moda y sostenibilidad, dejando claro que la economía y la moda debe de ser circular y generar beneficios para las empresas, las personas y el planeta.
El docente subrayó que quien tiene liño “tiene un tesoro” y aludió a los muchos beneficios ambientales que tiene para las personas y las propias empresas. Según dijo, requiere hasta seis veces menos agua para su transformación que el algodón, precisa de menos fertilizantes y es hipoalergénico y antibacteriano, por lo que “vestir liño es saludable”. Escourido subrayó que también contribuye a reducir la huella de carbono, ya que es capaz de absorber 3,7 toneladas de dióxido de carbono por cada hectárea, además de destacar su larga durabilidad, entre otras propiedades.