Los menores con obesidad, sobre todo a partir de los seis años y de forma más intensa en la adolescencia, presentan más comorbilidades que los que no la tienen, lo cual les hace consumir entre un 40% y un 60% más de fármacos, especialmente antidepresivos, psicoestimulantes o corticoides, entre otros. 

Son algunas conclusiones de un informe publicado por el Ministerio de Sanidad, el más completo realizado hasta la fecha con los datos de historias clínicos directos recogidos por profesionales de Atención Primaria y registrados en la Base de Datos Clínicos de Atención Primaria. 

La publicación analiza la prevalencia de sobrepeso, obesidad y obesidad severa en la población infantil en 2023 a partir de los datos de 237.460 niños de diez comunidades de cero, uno, dos, cuatro, seis, doce y 14 años (edades en las que se programan las visitas de seguimiento del programa de salud infantil en Pediatría de Primaria) y un análisis evolutivo desde 2013.

Edades tempranas

En 2023, el 8,1% de los niños y el 8,7% de las niñas de doce años tenía obesidad. A los 14, el 8,4% y el 6,8%, respectivamente, unas cifras que son menores en edades más tempranas (0,5% y 1% a los cero años).

Mientras, los porcentajes de obesidad severa ascendieron a 1,7% en niños y a un 1,8% en niñas de doce años, y al 2% y 1,6%, respectivamente, a los 14. Las cifras de sobrepeso fueron mucho mayores: 21,5% en niños y 22,6% en niñas de doce años y del 20,1% y 19,8% a los 14.

Atendiendo a la evolución en una década, el informe constata que la obesidad infantil ha mantenido “cierta estabilidad”, solo interrumpida en los dos primeros años de la pandemia, cuando creció puntualmente para volver a bajar a partir de 2022.

Con sus limitaciones, puesto que los datos de las comunidades no son homogéneos, el informe confirma que el exceso de peso en la población infantil es más frecuente en las familias de rentas más bajas, aunque dependiendo de la edad. 

La brecha mayor entre el nivel de renta medio y bajo y también entre el bajo y muy bajo se da en niños de cero, uno, seis y doce años y en niñas de uno, cuatro y 14 años. También revela diferencias por edades: hasta los cuatro años, es más común en niños nacidos en otro país y, a partir de los seis, en los nativos españoles.

Carga de enfermedad

Los resultados confirman que estos menores presentan una mayor carga de enfermedad, especialmente a partir de los seis años. Esta abarca múltiples sistemas del cuerpo y se manifiesta de forma más intensa en la adolescencia. Por ejemplo, tienen una prevalencia mayor de problemas de salud mental, dermatología y alteraciones del metabolismo.

Ello acarrea un mayor consumo de medicamentos, dependiendo de la edad: de un 20% en los de uno, dos y cuatro años y de un 60% en los de seis, doce y 14. 

Por ello, Sanidad pondrá en marcha el plan ‘Tardes con Plan’, que propone intervenciones fuera del horario escolar centradas en la promoción de hábitos saludables en alimentación, descanso, actividad física y bienestar emocional especialmente en entornos con menos recursos.