La actividad física regular puede mejorar significativamente las tasas de supervivencia en pacientes con cáncer de colon. Los resultados de un estudio internacional, presentados recientemente en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) y publicados en el New England Journal of Medicine, marcan un hito al ser el primer ensayo controlado aleatorio en demostrar una reducción en las recurrencias del cáncer y un aumento de la supervivencia directamente relacionados con el ejercicio.

El estudio, que incluyó a 889 pacientes con cáncer de colon tratable que habían completado la quimioterapia, comparó a un grupo que participó en un programa de ejercicio estructurado con otro que solo recibió material educativo sobre salud. Durante un período de tres años, los participantes en el grupo de ejercicio trabajaron con un entrenador, inicialmente cada dos semanas y luego mensualmente, para aumentar su actividad física.

Los hallazgos fueron asombrosos: después de ocho años, los pacientes en el programa de ejercicio no solo eran más activos, sino que también experimentaron un 28 por ciento menos de recurrencias de cáncer y una notable reducción del 37 por ciento en las muertes por cualquier causa. A los cinco años, el 80 por ciento de los pacientes en el grupo de ejercicio permanecían libres de cáncer, en comparación con el 74 por ciento en el grupo de control.

Más allá de la calidad de vida

Este ensayo proporciona una evidencia "definitiva" de que el ejercicio no es solo una intervención para mejorar la calidad de vida, sino una parte vital del proceso de atención oncológica. Los investigadores sugieren que los beneficios del ejercicio son comparables a los de algunos medicamentos, lo que debería llevar a considerar el asesoramiento sobre ejercicio como un nuevo estándar de atención para los supervivientes de cáncer de colon.

El Dr. Christopher Booth, coautor del estudio y oncólogo en el Kingston Health Sciences Centre, destacó que el programa de ejercicio es una "intervención notablemente asequible" que no solo mejora el bienestar de los pacientes, sino que también reduce las recurrencias y prolonga la vida. Aunque la forma exacta en que el ejercicio ejerce estos efectos beneficiosos aún se está investigando, las teorías incluyen su impacto en las hormonas de crecimiento, los niveles de inflamación y la función del sistema inmunológico.

Cuidado oncológico

Los resultados de este estudio tienen implicaciones significativas para la forma en que se aborda la recuperación y el tratamiento del cáncer de colon a nivel mundial. La integración de programas de ejercicio estructurados en la atención oncológica podría ofrecer a los pacientes una herramienta poderosa para mejorar sus resultados a largo plazo.

"Ahora podemos decir definitivamente que el ejercicio provoca mejoras en la supervivencia", afirmó Kerry Courneya, coautor del estudio y experto en ejercicio y cáncer de la Universidad de Alberta. Esta evidencia contundente debería motivar a los pacientes y a los sistemas de salud a priorizar y facilitar el acceso a la actividad física como parte integral del camino hacia la recuperación.