Un incendio que se declaró alrededor de las 2 de la tarde de esta sábado en un primer piso de la avenida Cesáreo Pondal de Laxe acabó calcinando, al menos, una docena de viviendas, además de obligar a desalojar un total de tres edificios. Dos personas tuvieron que ser evacuadas al hospital por quemaduras e inhalación de humo y varias fueron atendidas en centros de salud de la zona.
A últimas horas de la tarde, una vez controladas las llamas, el alcalde del municipio, Francisco Charlín, mantuvo una reunión con las familias afectadas para informarles de que el Concello de Laxe correrá con los gastos de alojamiento y manutención de todos ellos el tiempo que sea necesario, para lo que puso a su disposición los servicios de un hotel y de un restaurante de la localidad.
Fue un particular quien minutos antes de las 14 horas alertó al 112 Galicia tras escuchar una explosión en un inmueble de la avenida Cesáreo Pondal. En su llamada informaba también de que salía humo por una ventana del primer piso y que había varias personas pidiendo ayuda desde el interior de sus viviendas.
Rápidamente se movilizó a Urxencias Sanitarias-061, Bomberos de Carballo, GES de Ponteceso, Guardia Civil, Policía Local y Protección Civil de Laxe, con la colaboración de personal de Medio Rural.
En un primer momento, agentes de la Policía Local y vecinos intentaron sofocar las llamas con extintores, pero no lo lograron, por lo que acabaron propagándose a las otras dos plantas del edificio.
Los bomberos tuvieron que recurrir a una autoescalera para rescatar a varios vecinos que no podían bajar por las escaleras debido a la fuerte humareda. Dos de esas personas– presumiblemente una que vive en el primer piso y otra del tercero– tuvieron que ser trasladadas al hospital para ser atendidos por quemaduras e inhalación de humo.
El fuego era tan virulento que acabó propagándose a dos edificios colindantes, lo que se vio favorecido por el fuerte viento y el hecho de que las tres construcciones comparten patio de luces. Esta circunstancia y la necesidad de ampliar las reservas de los equipos de respiración autónomos también obligó a reforzar los equipos de extinción, para lo que se movilizó a los Bomberos de Santa Comba.
Alrededor de las 6 de la tarde el fuego se dio por controlado, pero los profesionales de emergencias tuvieron que seguir algunas horas más en el lugar enfriando las superficies afectadas para evitar que las llamas pudiesen reavivarse Desde el Ayuntamiento de Laxe también se solicitó a la Dirección Xeral de Emerxencias e Interior el envío a la zona de profesionales en atención psicológica para atender a las familias que perdieron sus viviendas en el incendio.
El suceso provocó el natural nerviosismo y temor entre los vecinos de las viviendas próximas, algunas de las cuales también sufrieron desperfectos en ventanas y persianas. Las labores de extinción concentraron asimismo la atención de un gran número de curiosos a lo largo de la tarde.