Mar Ramón Soriano, en galería Nordés

La galería Nordés ofrece una exposición de Mar Ramón Soriano (Valencia, 1993),licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Pontevedra y con ya una exitosa  trayectoria que le ha valido varios premios. 

 

Presenta su muestra  con el sugestivo título de “Mirar hacia arriba, luego mirar hacia abajo y volver a mirar hacia arriba” , en el que deja claro la importancia de tener una visión omni-abarcadora sobre la realidad que nos rodea y  de las múltiples perspectivas desde las cuales puede ser contemplada. 

 

Nos habla también de continuo cambio y de extrañamiento y establece una dialéctica entre el plano terrenal y el de los sueños, entre los objetos humildes de la vida cotidiana y los que tienen una función más ornamental o elegante. Sus obras pueden verse, en principio, como metáforas de comportamientos o de situaciones y además utiliza contrastes y  metonimias en las que la parte alude al todo: hace, así, que los objetos y composiciones que presenta nos lleven a la reflexión sobre los complejos factores y condicionantes de la realidad, de manera que se acerca, en parte, a los procedimientos del arte conceptual.

 

Se abre la muestra con  dos conjuntos de piezas de barro refractario, realizadas en Niñodaguia : “Oito femias deitadas”  que representan  voluminosos senos femeninos y “Ocho machos recipientes” que son como puntiagudas vasijas cónicas que pueden evocar el sexo masculino. A través de un collage de fotos de Ruth Matilda Anderson, que titula “Apañadeiras apañándose unhas äs outras” nos trae una evocación de la mujer en la Galicia rural de antaño. 

 

En “Las partes en las que tengo que plegar un rascacielos” establece una relación entre su altura y la de seis rascacielos de Nueva York, haciendo las divisiones sobre seis tejas de pizarra, lo que lleva a una reflexión sobre nuestra pequeñez física que es sobrepasada por nuestras creaciones. Hay cuatro obras en forma de torreta hechas con listones de madera, que titula” “Las faldas en realidad pueden ser los tejados de algo” con las que quiere evocar edificios, émulos de la figura humana geometrizada, sobre los que ha colocados diversos objetos referenciales: unos pies de plástico clavados en lo alto, unos calcetines colgados de las barandillas laterales; unos pompones de colorines violeta, azul y rosa pendiendo de las esquinas de abajo; papeles translúcidos, algunos doblados, rodeando los laterales; una ondulante cerámica reposando en la base, consigue de este modo una evocación metonímica de situaciones y de objetos que hablan de lo humano. La obra “Larga piscina, larga piscina” está compuesta con trece tejas de barro refractario esmaltado de azul que recuerda un  largo surco de agua. 

 

El juego de contrastes cóncavo convexo aparece en las tres piezas hechas con tejas de barro refractario “Toda forma positiva se acomoda muy bien a su forma negativa” Cerámica, madera, fotos, pizarra, papel... son materiales que sirven a Mar Ramón para dar forma a sugerentes configuraciones que hablan de las múltiples facultades del homo habilis.

Mar Ramón Soriano, en galería Nordés

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