El efectoFeijóo

Creo sinceramente que hay que querer mucho a tu partido y tener una muy acendrada vocación de servicio público cuando eso conlleva abandonar una vida, política y personal, confortable. Por ello pienso que la decisión de Alberto Núñez Feijóo, que en Galicia lo tenía todo, ha sido una decisión generosa y, desde luego, arriesgada. Cuando se tienen 60 años y catorce con mayorías absolutas ya se conoce el placer que puede generar el tener poder. Ignoro si el poder puede llegar a ser tan adictivo como para querer siempre más, pero lo que sí es constatable esque el presidente del Partido Popular ha sido generoso con su partido y, de paso, con España.

 

No se hasta qué punto esta actitud, desde mi punto de vista, generosa tiene algo que ver con las encuestas favorables que día tras día acompañan al principal partido de la Oposición, lo que sí sé y así lo explican los sociólogos con los que he podido cambiar impresiones, es que el valor político del líder de la Oposición radica, en gran medida, en lo que transmite: porte elegante, serenidad, lenguaje no agresivo y sin ocurrencias o descalificaciones personales, seriedad y selecciónpremeditada de las batallas a librar.

 

Feijóo sabe que tiene que mirar a derecha y a izquierda si quiere gobernar. De momento todo apunta a que va a colocar a su partido como partido ganador de las elecciones generales. Sin embargo, ganar las elecciones no garantiza el gobernar y es aquí en donde radica la gran apuesta, el gran riesgo.

 

Y es que el presidente del PP va a tener enfrente a un contrincante como es Pedro Sánchez lleno de audacia y que ya de salida va a contar con el apoyo, sin necesidad de grandes negociaciones, con los mismos partidos que en estos momentos conforman la mayoría de investidura. Esta mayoría con la que logra salir triunfante de las votaciones en el Congreso y que antes de ver a Feijóo en Moncloa, apoyarían sin chistar al presidente favorito de Bildu y ERC.

 

Resultados muy, muy contundentes tiene que lograr Feijóo porque con un escaño más, solo uno y que se puede obtener, por la ley electoral, con pocos votos, la actual mayoría revalidaría mandato con toda seguridad. No le valdrá afirmar en campaña que está dispuesto a pactar con el PP, porque tampoco podría dormir con Podemos en el Gobierno y ahí está, sin síntomas de insomnio alguno.

 

La primera parada electoral será en Mayo. Pedro Sánchez, efectivamente, va a ir a por todas, lo que es normal. ¿Qué líder no quiere ganar?. Feijóo, con estilo bien distinto, no se va a quedar quieto y el PP cuando se pone a ello resulta ser una extraordinaria maquinaria.

 

Sánchez se va a movilizar sin descanso, la duda de nopocos socialistas es si el PSOE continúa siendo ese gran partido que cuando se pone en modo electoral es también una enorme maquinaria.

 

Dudas y nervios hay en Ferraz y en Génova. El efecto Feijóo está funcionando pero queda tiempo, mucho tiempo, para las elecciones generales y lo que habrá que comprobar es si el efecto Feijóo doblega electoralmente la audacia de Sánchez y su temeraria mayoría de investidura que es la única que, a día de hoy y con las encuestas en la mano, le podría garantizar su reválida en Moncloa y para ello solo necesita un escaño más, solo uno, que Feijóo. Es sabido que gana quiengobierna. 

El efectoFeijóo

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