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viernes | 17 mayo | 2024
La vicepresidenta española Nadia Calviño, cuyo país asumirá la presidencia de la Unión Europea el 1 de julio, y el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, urgieron hoy a reforzar las medidas de gestión de crisis bancarias ante los nuevos riesgos para la liquidez de las entidades puestos de manifiesto los recientes problemas en Estados Unidos y Suiza.
Durante una conferencia sobre integración financiera organizada por la Comisión Europea y el BCE en Bruselas, ambos destacaron que la quiebra de Sillicon Valley Bank (SVB) respondió en última instancia a una rapidísima fuga de depósitos en la que jugaron un papel las redes sociales e instaron a vigilar este nuevo entorno.
"El hecho de que fuese la salida de depósitos la que al final llevó al problema y el que estamos en un nuevo entorno digital debería hacer urgente que hagamos progresos en la gestión de crisis y seguros de depósitos", dijo Calviño.
Destacó que pocos habrían podido predecir hace un año que la fuente de inestabilidad para el sistema financiero sería un banco "de uno de los países más ricos del mundo" que "invertía en deuda soberana estadounidense", por lo que llamó a "no ser complacientes y estar siempre listos para actuar tan rápido como sea posible cuando haya un riesgo".
"Tenemos que mirar un contexto totalmente nuevo, un entorno totalmente nuevo. Quizás las magnitudes que teníamos en el pasado en el mundo moderno no sean suficientes y es algo que tenemos que considerar", dijo De Guindos, preguntado por si las herramientas europeas serían suficientes para responder a una crisis como la del banco estadounidense.
El vicepresidente del BCE recordó que SVB perdió 40.000 millones de dólares en un día por una "combinación de banca en línea y redes sociales" y subrayó que una de las principales conclusiones de este caso y el de Credit Suisse en Suiza es que la liquidez "se está convirtiendo en mucho más relevante" y requiere "mucha más atención".
"La liquidez se está convirtiendo en el elemento clave", insistió De Guindos, quien opinó que hacer test de estrés en materia de liquidez a las entidades pasará a ser tan importante como verificar la reducción del capital.
En este sentido, Calviño defendió que para reforzar la unión bancaria europea también será un "elemento clave" asegurar la liquidez en casos de resolución bancaria, así como avanzar en la gestión de crisis de bancos medianos, donde la posición española es integrarles en el marco de resolución comunitario "porque nunca sabes de dónde pueden venir las vulnerabilidades".
Consideró que hay una "ventana de oportunidad" para lograr avances en materia de gestión de crisis -uno de los principales dossieres que se negociará durante la presidencia española de la UE- y "allanar el camino" para crear un sistema común europeo de garantía de depósitos (EDIS, por sus siglas en inglés), que "reforzaría el sistema bancario europeo y daría más certidumbre a los ciudadanos".
El vicepresidente del BCE también insistió en que es “clave” completar la unión bancaria con un fondo europeo de garantía de depósitos, un proyecto que lleva atascado años y cuya ausencia, en su opinión, es “la principal fuente de vulnerabilidad de la industria bancaria en Europa”.
El español insistió incluso en que las instituciones de la UE deberían concluir este expediente “antes de la próxima crisis” y este mensaje fue compartido por la comisaria de Servicios Financieros, Mairead McGuinness, quien en su discurso posterior recalcó que este fondo común sería esencial para que la protección de los depósitos sea “verdaderamente europea”.
De hecho, McGuinness pidió a eurodiputados y Estados miembros que lleguen a un acuerdo “rápido” sobre la reciente propuesta para reforzar las herramientas europeas de gestión de crisis bancarias, antes incluso de las elecciones europeas de mayo de 2024, pero advirtió de que ésta “no sustituye” el proyecto del EDIS.
