La fiesta de 50 aniversario que celebró ayer el Sporting Zas resultó todo un acontecimiento, tal y como merecía la ocasión.
La efeméride sirvió para reunir a muchos de los jugadores, técnicos y directivos que han pasado por el club en estos años.
Fue una inmejorable ocasión para recordar vivencias y anécdotas y para comentar la amplia exposición de fotografías antiguas expuestas.
También hubo tiempo para reconocimientos y homenajes, con el que se le tributó a título póstumo a Fatino a través de la figura de su hijo Andrés.
No faltó tampoco el fútbol, con viejas glorias locales enfrentándose a los veteranos del Deportivo. Ganaron los blanquiazules pero el resultado era los de menos.