Un aprovechamiento sin precedentes del mar gallego, capaz de producir energía renovable el 50-55% del tiempo. Ese es uno de los mensajes principales que se lanzarán este miércoles en Santiago durante una nueva jornada del ciclo “Velando pola nosa relación co mar”, promovido por la Real Academia Galega de Ciencias (RAGC) con apoyo de la Deputación da Coruña.
La cita tendrá lugar en la facultad de Bioloxía de la Universidade de Santiago (USC), con retransmisión en directo a través del canal de YouTube de la RAGC. Participarán investigadores gallegos de referencia en energías renovables marinas, como Pablo Ouro, Laura Castro o Torcuato Teixeira, para debatir sobre el papel clave de Galicia en el futuro de la eólica flotante.
Los coordinadores del ciclo, los científicos Fiz Fernández y Miguel Gil, recordaron que Galicia comercializa cada año 126.000 toneladas de producto fresco procedente del mar, con más de 300 especies diferentes y un valor de 412 millones de euros. Esto representa alrededor del 5% del PIB autonómico. El reto, insisten, es planificar el uso del espacio marítimo de forma sostenible, buscando la compatibilidad entre actividades como la pesca y la producción energética.
La ingeniera Laura Castro, investigadora en el CITENI de la Universidade da Coruña, defendió que el futuro de las renovables está en el mar. Recordó que el 70% del planeta está cubierto por agua, pero que más del 90% de la energía renovable aún se genera en tierra firme. Por eso, subrayó, Galicia tiene una oportunidad histórica gracias a su potencial eólico marino y sus capacidades industriales y logísticas: con dos puertos exteriores clave (A Coruña y Ferrol) y una sólida industria naval, podría convertirse en una potencia europea en la fabricación e instalación de parques flotantes.
El ingeniero lucense Pablo Ouro, que actualmente trabaja en la Universidad de Manchester y en el CESGA, abordará las complejidades técnicas de este tipo de parques en aguas profundas, como las gallegas. Las turbinas flotantes actuales, adaptadas de modelos fijos, podrían no resistir olas superiores a los 25 metros. Además, el acceso a estas instalaciones, situadas a decenas de kilómetros de la costa, requiere embarcaciones especializadas.
También advirtió sobre los efectos ambientales asociados: desde cambios en la hidrodinámica y contaminación acústica hasta impactos derivados de los cables submarinos. Pese a todo, defiende que la eólica marina presenta ventajas sociales, ambientales y económicas, y que Galicia tiene un potencial único en Europa por su capacidad de producción continua.
La última intervención correrá a cargo de Torcuato Teixeira, asesor jurídico de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, que alertará sobre la difícil convivencia entre la eólica marina y la pesca gallega. Según explicó, en la plataforma continental donde se proyectan los parques operan más de 4.000 barcos y existen más de 200 caladeros catalogados. Teixeira advirtió del alto impacto socioeconómico y ambiental que supondría expulsar a la flota de estas zonas ricas en especies como xarda, jurel o bonito.
Las jornadas continúan hasta el jueves 19 de junio y pueden seguirse presencialmente o en línea. La inscripción es gratuita y está abierta al público general.