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miércoles | 1 mayo | 2024
La población de la Unión Europea está envejeciendo y esto se puede ver a través de diferentes indicadores estadísticos, como la evolución de la proporción de la población mayor, la tasa de dependencia de la tercera edad y la edad media, por poner algunos ejemplos. Todo ello se traslada también a la Costa da Morte, donde la población con más de 65 años duplica ya a los menores de 20 años, según datos del Instituto Galego de Estatística (IGE) relativos al pasado ejercicio 2022. Entonces, el conjunto de las comarcas de Bergantiños, Fisterra, Soneira y Xallas, junto al limítrofe municipio de Cerceda, contabilizaban un total de 36.682 vecinos con más de 65 años, en tanto que los menores de veinte sumaban 18.052. La tendencia de cara al futuro es que ambas franjas de edad continúen distanciándose.
La disminución de la mortalidad y morbilidad, el aumento de la esperanza de vida, la disminución de la natalidad y los flujos migratorios son las principales causas del envejecimiento demográfico, cuyo impacto no solo tiene consecuencias a nivel social, pues también afecta a las tasas de crecimiento económico, ya que implica a la población en edad de trabajar. Un claro ejemplo de ello en la Costa da Morte es el índice negativo en cuanto a recambio de población activa, pues cada cien vecinos de la zona en edad de acceder a un puesto de trabajo hay otros 226 que salen de la misma, según datos del IGE relativos a 2022. Se trata del índice más negativo del siglo XXI, a lo largo del cual ha ido empeorando de manera progresiva.
Los mayores de 65 años representan casi el 31% del total de la población actual de la Costa da Morte, un porcentaje que ha ido aumentando en los últimos tiempos. Al cierre de 2022 sumaban un total de 36.682 habitantes por encima de los 65 años, el 42% de los cuales se sitúan en la franja de 71 a 80 años, con un total de 15.448 personas.
La natalidad no es suficiente para compensar este envejecimiento, con 18.052 vecinos menores de veinte años, de los cuales más de 8.650 son niños de hasta diez años. Esta última cifra es bastante significativa, ya que hay más octogenarios en la zona –un total de 8.991– que niños de cero a diez años.
