Largas colas para hacerse con el preciado roscón de Reyes

El roscón de Reyes no faltó en la mesa de las familias bergantiñáns en la festividad de los Magos de Oriente. En los principales centros urbanos hubo que hacer colas para recoger los encargos del preciado postre realizados en días anteriores, mientras en el rural el reparto a domicilio llegó más tarde de lo habitual debido a la mayor carga de trabajo de las panaderas.

Por regla general, y a pesar del contexto de alza generalizada de los precios, las cotizaciones se mantuvieron en líneas similares a las del año pasado, oscilando el coste entre los 10 euros del roscón clásico, los 12 y 15 euros de las variedades con relleno hasta llegar a los 25 euros de otras más sofisticadas.

En lo tocante a las preferencias, aunque sigue predominando el clásico pan de huevo con frutas y azúcar escarchados, los rellenos a base de crema y nata continúan ganando terreno, lo mismo que el de trufa, tal y como volverá evidenciarse este domingo en las mesas. 

Las ventas fueron dispares. En la mayoría de las panaderías reconocieron haber vendido varios centenares, cifras que en los negocios con más tradición y con servicio de reparto a domicilio se dispararon hasta el millar e incluso más.