La magia de la noche de San Xoán inundó cada rincón de la Costa da Morte, donde se celebraron cientos de cachelas y sardiñadas.
Especial protagonismo tuvo Carballo, donde se celebran las fiestas patronales del San Xoán. Este año no hubo el tradicional concurso de cachelas, pero la comisión de fiestas organizó por primera vez una gran cachela en Rego da Balsa, con sardiñada y churrascada popular, acompañada de música hasta altas horas de la madrugada.
Más de 700 cachelas se organizaron este viernes en el municipio carballés, reuniendo a familias, grupos de amigos o vecinos, que compartieron cena alrededor del fuego. Los más atrevidos saltaron las llamas para ahuyentar a los malos espíritus.
También la hostelería preparó sardiñadas en la calle para su clientela.