Sara Gómez, la mejor jugadora de la historia del Cortegada, se retiró del baloncesto con el pabellón de Fontecarmoa rendido a sus pies. No es para menos. Tampoco se trata de echar mano del currículo, brillante por otra parte, sino de lo que su figura ha significado para este deporte en Vilagarcía y en el resto de la comarca. Los referentes son necesarios para que las niñas se vean reflejadas y sueñen con convertirse algún día en Sara Gómez. Seguro que habrá muchas que entrenan duro y se esfuerzan cada día para conseguirlo. Y ese es el mejor legado que puede dejar una deportista de su talla, una joven leyenda.