El mercado laboral de la Costa da Morte parece abocado a vivir según los ciclos festivos. Es lo que tiene tener un tejido productivo anclado en gran medida en los servicios, en donde, como muchos saben, reina la temporalidad. Es el historia interminable que ya conocemos todos: después del verano y de las navidades, el paro crece y lo seguirá haciendo mientras no haya cambios.