El acero ecológico toma peso, pero no despega

El acero ecológico toma peso, pero no despega
Torres de acero | AEC

La industria siderúrgica está dando pasos hacia la reducción de sus emisiones. Sin embargo, el impulso no es uniforme en todo el mundo: los altos costes de la energía, los estrechos márgenes del sector y las tensiones geopolíticas tienen un efecto moderador en el avance hacia la transición energética. La fabricación de acero es una de las industrias que más gases de efecto invernadero emiten a la atmósfera, alrededor del 8% del total. Los procesos incluyen la fundición de hierro en altos hornos de coque y carbón, una tecnología que ha permanecido inalterada durante 200 años. El cambio hacia el acero verde fundido en hornos de arco eléctrico alimentados por energías renovables en un proceso libre de emisiones de gases de efecto invernadero es viable, pero los cambios tecnológicos supondrán una tarea ingente que requerirá importantes inversiones de capital. Las empresas siderúrgicas muestran una preocupación creciente por los costes de la electricidad, así como por los niveles de capital necesarios para la transición de sus plantas hacia una fabricación neutra en carbono.

El acero ecológico toma peso, pero no despega

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